martes, 28 de septiembre de 2010

PLAN PARA LA CONFORMACION DE UN CAPITAL SOCIAL


Para integrarnos con decisión y seriedad en una nueva conciencia nacional, se considera prioritario la ejecución de este plan, para ello se enfocará gran parte de la atención en Instituciones como la familia, la iglesia, el docente, los medios de comunicación y una gestión transparencia. Son estos los instrumentos esenciales que nos permitirán conformar el capital social y humano que requerimos para avanzar con eficiencia los otros dos siguientes planes; vale decir, sin funcionarios públicos plenamente comprometidos no se podrán conformar Instituciones solidas, eficientes e independientes y tampoco se podrán dar pasos hacia el crecimiento económico y disminución de la pobreza que nos permitirán igualdad y justicia social.
Basta poner como ejemplo fácil de entender lo que hoy ocurre con el motor económico de nuestro país PDVSA, y la negligencia, apatía e irresponsabilidad con que frente a esta grave crisis han fijado posición Instituciones como el Poder Ciudadano y Legislativo. En este momento, al igual que en el pasado, la conciencia nacional pareciera ser para unos (los funcionarios corruptos de PDVSA) la avaricia y el enriquecimiento ilícito y para otros (el fiscal, el Defensor, Contralor de la República y la mayoría de los miembros del Poder Legislativo) la sumisión a un proyecto político y no al pueblo soberano que clama por justica y respeto el patrimonio de la nación
Es por ello que no debemos dudar de que en vano han sido serán los cambios políticos, sociales y económicos sino emprendemos con seriedad y decisión una nueva conciencia nacional, con una nueva disposición frente a lo público, un verdadero concepto de lo que es ser funcionario publico, con un claro concepto de lo que es servir al ciudadano.
Si bien la familia, el docente, la iglesia y los medios de comunicación son instituciones decisivas y de gran influencia en la personalidad y conducta del ciudadano, la necesidad urgente de que bajo el imperio de la ley, sentar precedentes y presentar resultados de justicia y transparencia al venezolano en materia de lucha contra la corrupción y la burocracia ineficiente, constituye igualmente un componente necesario para conformar el nuevo capital social.
El ciudadano venezolano requiere que en la medida en que se le invita a participar en una forma de pensamiento basada en el amor al trabajo, el espíritu de identidad nacional, el respeto al ciudadano, la confianza, honradez, puntualidad, tolerancia y honestidad, se le demuestre en hechos la disposición de liderazgo nacional por dar ejemplo y ser el primero en llevar a la práctica este pensamiento, reduciendo el aparato gubernamental exagerado que se utiliza en muchas ocasiones por compromisos partidistas y haciendo justicia con quienes se ha enriquecido ilícitamente aprovechándose de la cosa pública. 

El plan para la transformación ética y moral se esquematiza de la siguiente manera:

La familia, la escuela, la iglesia y los medios de comunicación, son Instituciones donde plenos de vida convergen nuestros niños, púberes, adolecentes, nuestros jóvenes, esperanza y luz del futuro. Es a ellos a quienes debemos convencer con el ejemplo a creer en el estudio, en la práctica de valores como el espíritu como el espíritu de identidad nacional, la honestidad, responsabilidad, amor al trabajo, respeto y confianza ciudadana, en la solidaridad, equidad, justicia y Paz que nos distinga como pueblo de efectiva vocación democrática.
Solo cuando los padres, maestros, sacerdotes, pastores y todos los medios de comunicación comencemos a convencer con vehemencia a nuestros niños y jóvenes sobre la dignidad ciudadana y la necesidad de ello para proyectarnos y convertirnos en una gran potencia, comenzaremos realmente la conducción de la Venezuela grande y prospera que merecemos.
Paralelamente a la construcción urgente y necesaria de un capital social y humano, con valores y principios propios de un gran país se deberán trazar estrategias oportunas y adecuadas para construir Instituciones solidas, independientes y eficientes que sumadas al enorme capital físico que Dios nos ha otorgado, generan sin duda una mejor calidad de vida y un importante crecimiento económico
Ante el desagradable pasado y presente de la ya denominada política tripartidista, el liderazgo actual debe dar demostraciones de verdadera voluntad por iniciar el rumbo de la verdad y la razón, se deberá imponer como norma prioritaria “lo ético va primero, que el activemos político
LA FAMILIA
La familia, por cuanto constituye la base fundamental de la sociedad. Es en un hogar donde primero se ensena al niño, futuro del país, valores y principios de un buen ciudadano. Los padres con el ejemplo y el conocimiento de la importancia de la formación de si hijo como líder del futuro, podrán contribuir de una manera contundente. La inclusión conlleva no solo formas de participación social, política o económica; la inclusión conlleva al deber de quienes tenemos hijos de integrarnos con ellos a la construcción de la nueva conducta ciudadana, a ensenar y contagiar con nuestra practica principios de honestidad, amor al trabajo, respeto, honradez y espíritu de identidad nacional entre otros necesarios para establecer el capital social que permitirá confiar en las instituciones y así lograr el éxito social y económica que mejora nuestra calidad de vida.
Sabemos que ser padre y madre no es fácil, sin embargo s necesario entender que deben ser los padres, los principales educadores de sus hijos. Somos nosotros quienes debemos asumir con gran responsabilidad y seriedad el rol de hacer de nuestros hijos, adultos felices y responsables lo que a su vez incidirá en la obtención de buenos estudiantes, profesionales y ciudadanos útiles a la sociedad. Esto impactara profundamente a la sociedad pues es en el ceno de la familia donde los individuos se convierten en personas capases de asumir grandes retos para la vida.
Paralelamente a la labor de cada padre y cada madre como conductor de hogar para formar niños de ideales y principios, el Estado debe desplegar iniciativas de política social tendientes a fortalecer el concepto de capacitación ara la paternidad y maternidad responsable, programas especiales de atención materno-infantil y otros.
Ya sea por la situación socio-económica del país, por el equivocado modelo familia que en ocasiones promuevan los medios de comunicación o por el mal ejemplo que al respecto han dado nuestros gobernantes, es un deber reconocer el deterioro moral de la familia venezolana. Es urgente y necesario que dentro de la nueva conciencia nacional se promueva la necesidad de haber que en la familia prevalezca el amor, el dialogo, el respeto y la responsabilidad, la familia es factor fundamental en la intención de transformar la sociedad.
Finalmente, es oportuno señalar que la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Nino de 1989 contiene 22 compromisos generales de los Estados partes, relacionados con la familia, que deben ser considerados por el ordenamiento jurídico de cada Estado con el fin de cumplir con las responsabilidades adquiridas frente a niños y adolescentes en su territorio.
En tal sentido al respecto desde el punto de vista jurídico, Venezuela cuenta con una serie de instrumentos legales nacionales e internacionales que motivan y responsabilizan a la familia en el cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos. Así tenemos: la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (articulo 75 al 78), el código Civil Venezolano (articulo 234 y 261), ley Orgánica para la Protección del Nino y del Adolecente.
En conclusión es también responsabilidad del Estado brindar a la familia la ayuda necesaria para poder asumir plenamente sus responsabilidades. Apoyando la familia, se apoya el futuro de la Nación: nuestros niños.
LA EDUCACION
Definitivamente, debemos enfocar gran parte de nuestro esfuerzo prioritariamente hacia una educación de calidad. Se debe promover de inmediato una campana motivacional en los diversos actores responsables de la educación. La motivación al docente no se puede imponer arbitrariamente, pero el liderazgo nacional, deberá tener al ascendiente necesario para influenciar en función de la nueva conciencia nacional, los 5 millones de familias, 400.000 educadores y 8 millones de educados que hoy existen en nuestro país. La excelente preparación del docente, el justo financiamiento de la educación y su descentralización, las iniciativas no gubernamentales, el educar con valores a niños y jóvenes, y el renovar las comunidades educativas debe ser una prioridad nacional.
El estado y el resto de la sociedad debemos asumir la educación en términos de calidad, tiempo, presupuesto como prioridad básica para la construcción del capital social requerido. Mientras más educación tenga un individuo, menores posibilidades tiene de ser pobre. Para ello tanto los padres como los maestros conforman elemento esencial en el logro de los objeticos académicos y ético morales. El padre debe integrarse también en la actividad académica del niño y el maestro debe ser motivado por el Estado para que se integre también en la formación ciudadana del alumno, no limitándose solamente a impartir conocimientos sobre una asignatura sino también ensenando y contagiando con vehemencia la necesidad urgente y necesaria que tenemos en nuestro país de cada niños un líder idealista que crean y practique la honradez, la honestidad el amor al trabajo y el espíritu de identidad nacional que requerimos para conformar el capital social que nos llevara a ser una gran potencia.
Al respecto hoy existe una gran alarma sobre el tema educativo, ya que el actual gobierno mediante ciertos instrumentos jurídicos pretende imponer políticas educativas no inclinadas hacia el beneficio general de los ciudadanos venezolanos sino hacia el beneficio y las intenciones ideológicas del “proceso”. Así tenemos la pretensión de manipular hechos históricos, establecer sistemas viciados de supervisión al maestro y pretender tomar el control de la educación privada a la cual –en un sistema democrático- tiene derecho quienes quieran y que por el contrario subsidia el Estado.
En fin, la educación como instrumento primordial para la transformación de la conducta del venezolano, debe destinar la mayor parte de sus energías hacia el docente, respecto a su formación, su vocación, desempeño dentro y fuera del aula de clases y por supuesto su remuneración e incentivos. Otros aspectos a considerar respecto a la educación como parte integrante de esa primera columna orientada a la formación de un capital social y humano que permita conformar Instituciones eficientes y un adecuado crecimiento económico y disminución de la pobreza tenemos:
1.     Revisión y reforma integral de la condiciones de trabajo, desempeño, remuneración, seguridad social e incentivos para el maestro.
2.     Impulso y materialización del proceso de descentralización con el fin de adatar el sistema educativo a las características y exigencias de la economía local. Asimismo aplicar y flexibilizar la acción del sector privado a los fines de incorporar mano de obra calificada al sector laboral.
3.     Atención inmediata a la escuela secundaria a los fines de trazar estrategias que permitan disminuir el fracaso escolar, el abandono y la desigualdad. Ello involucrado activamente a los padres y así, Estado-docente-padres podrán enfocar gran atención hacia el joven y adolecente venezolano.
4.     Mantener promover e incentivar programas sociales y de educación hacia todas las etapas: programa familia, multihogares, jardines de infancia, hogares de cuidado diario y guarderías.
5.     Fortalecer y estimular la educación especial.
6.     Promover, fortalecer y equipar la escolaridad y rutas de transporte en áreas urbanas.
7.     Garantizar en niveles de excelencia programas de capacitación para el docente, alimentación escolar, dotación de útiles, infraestructura y ambiente pedagógico, con el fin y establecer prioridad al servicio educativo.
8.     Mantener y promover programas de prevención integral en materia de drogas, sida, embarazo precoz, delincuencia juvenil y otros.
9.     Establecer y promover a través de los medios de comunicación-parte integrante también de esta primera columna para la formación del capital social y humano- programas educativos y de estimulo al aprendizaje en los diferentes niveles de escolaridad
Antes de hablar sobre otro de los importantes bastiones de influencia en la conducta del ciudadano venezolano, quiero repetir el mensaje inaugural que con motivo de la primera línea telegráfica fija que conecto a Europa y América en 1886, envió la reina victoria de Inglaterra al presidente Buchanan de los Estados Unidos, decía: “gloria a Dios en los cielos, y en la tierra paz y buena voluntad a todos los hombres”
LA IGLESIA
En cuanto a la iglesia, con base en nuestra cultura de cinco siglos de formación religiosa, la educación espiritual es de primera prioridad. De allí, el importantísimo rol de sus líderes, es oportuno plantear dos aspectos. En primer lugar, la experiencia descrita en el Libro del Antiguo Testamento Josué.
Este libro describe aspectos en relación con el pueblo de Israel y la conquista de la tierra prometida después de haber sido liberados de 40 anos de cautividad en Egipto. Canaán, es el signo de la fidelidad de Dios, cuya contrapartida había de ser la conducta fiel del pueblo escogido. Así los israelitas comprendieron que sus éxitos o fracasos dependían de ser o no ser fieles al Señor. Así mismo se destaca en este libro, que la conquista de Cannan no fue producto de una guerra relámpago de exterminio si no de un avance lento y sostenido en medio de grandes dificultades. En segundo lugar, es oportuno precisar, en estos momentos de crisis, en donde pareciese reinar la ira, la amargura, la injusticia, una nueva faceta de exclusión, el ejemplo de otras naciones, que si bien han cometido errores, su fundación, sus raíces, se consolida en el temor al Señor.
Los puritanos que fundaron los EEUU entendieron que como hombres falibles no eran nada a menos que aprendieran a depender de Dios, ellos llegaron al continente americano con el propósito de formar una autentica comunidad de creyentes. Visualizaron su destino, no como conquistadores políticos si no como discípulos de Jesucristo. Lamentablemente esclavizaron al africano, no obstante en el Siglo XX, este país cobijo todos los europeos  y asiáticos devastados por las dos grandes guerras. Más tarde cobijo a los latinoamericanos.
En tal sentido al igual que el padre y el maestro, el rol del líder de la iglesia como instrumento del Señor, predica la palabra de Dios fundamental para la conformación de nuestro capital social, ya que de hecho existe una fuerza omnipresente, poderosa que nos otorga la energía y la voluntad necesaria para erradicar vicios y transitar por el camino del bien. Este camino se fundamente en una mejor relación con Dios, en la comunión con el Señor, para así obrar con rectitud y transparencia en la construcción de la nueva Venezuela contemporánea.
Al respecto creo oportuno conocer y valorar el valiente rol que bien ha ejercido la Conferencia Episcopal Venezolana en estos momentos de crisis nacional en donde sin dudas debemos buscar la participación de nuestros líderes pastorales quienes han tenido y tienen una legitima participación en el desarrollo de los acontecimientos políticos y sociales de la nación.
¿CUAL ES LA POSICION DE NUESTRA IGLESIA CATOLICA A TRAVEZ DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE VENEZUELA? (referencia: pagina web de la conferencia episcopal venezolana)
Los Arzobispos y Obispos de Venezuela, escuchando el clamor de nuestro pueblo ante la gravísima situación que amenaza con destruir la paz de la nación, nos hemos reunido en Asamblea Extraordinaria, en vísperas de la Semana Santa, celebración central de nuestra fe cristiana.
El pueblo sufre el creciente deterioro en su calidad de vida. Arrastra, desde hace varias décadas, graves problemas sociales que, a pesar de algunas iniciativas actuales, están lejos de ser superados y en algunos casos, más bien, se han incrementado. Las expectativas de acabar con la corrupción y de crear una democracia de mayor contenido social y participativo, representan, en buena medida, promesas insatisfechas. Compartimos la angustia de tantos venezolanos por las reiteradas violaciones a sus derechos fundamentales y por la disolución del Estado de Derecho. Las ofensas a la dignidad de la persona humana y el olvido del bien común “deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia, y son totalmente contrarios al honor debido al Creador” (Juan Pablo II, Evangelio de la Vida 3). Rechazamos la violencia, venga de donde venga. Denunciamos las desmesuradas represiones por parte de las fuerzas de seguridad, con el trágico saldo de muertos, privados de libertad, torturados y humillados; de persistir esta situación, al abrigo de la impunidad, los ciudadanos quedarían indefensos y a merced de abusos y arbitrariedades.
El progresivo deterioro de las instituciones, la amenaza de un colapso nacional, la tentación de recurrir a la violencia para dirimir las diferencias políticas y sociales, nos llevan a apoyar la consulta popular, con miras a una solución pacífica, democrática y electoral a la crisis del país. Descartadas otras formas posibles, la sociedad llegó al consenso de asumir el Referendo Revocatorio Presidencial como mecanismo constitucional adecuado.
Los hechos recientes hablan de la posible frustración del derecho de los ciudadanos a dicha consulta. Hemos solicitado al poder electoral, junto a otras personas e instituciones, transparencia y agilidad. Impedir o retardar, indebidamente, el ejercicio de este derecho, poniendo obstáculos y argumentando legalismos, es una grave injusticia, contradice los compromisos adquiridos entre las partes en conflicto y representa una amenaza a la paz. Es el pueblo soberano quien debe decidir el futuro del país; de esa manera se hace posible una salida pacífica. Las represalias contra los despedidos de sus trabajos, o privados de sus derechos y beneficios sociales, por haber firmado la solicitud del referendo o por disentir de políticas gubernamentales, constituyen una violación a los derechos humanos y agravan la crisis nacional.
Es urgente detener y superar la división y la violencia crecientes. El país no tolera más la polarización que nos contrapone en “buenos” y “malos”, “patriotas” y “golpistas”. Debemos mirar hacia adelante. No es aceptable “volver atrás”, según la apuesta de algunos que pretenderían recuperar sus privilegios; pero tampoco imponer un modelo político de país excluyente, autoritario y de tendencia totalizante. Juntos tenemos que construir una nueva sociedad y asumir la cuota de sacrificio que demanda la unión entre todos y el compromiso por erradicar la pobreza y superar la exclusión. Con la discordia y la violencia nadie gana; con la paz ganamos todos. Sobre esas bases hemos de construir la patria nueva. “La gloria de Dios es que el hombre viva” (S. Ireneo).
Venezuela es un país cristiano, respetuoso de la vida, solidario y alegre. Los católicos debemos ser los primeros en dar ejemplo de lo que pedimos al país, a los gobernantes y a los demás hermanos: deponer las actitudes de soberbia; perdonar y pedir perdón; promover el diálogo constructivo; reconocer el rostro de Cristo en cada persona. Estamos llamados a promover la cultura de la paz y de la reconciliación; a comprometernos con la verdad, repudiando la mentira, el engaño, las falsas promesas; a sembrar esperanza, Reiteramos nuestro compromiso de ser “casa común”, lugar de encuentro, servidores de todo diálogo auténtico entre personas, grupos e instituciones.
La Semana Santa y la Pascua de Resurrección constituyen el testimonio más elocuente de que Dios ama a los hombres y da su vida por ellos. Cristo murió para reconciliarnos con Dios y entre nosotros. La Pascua es victoria de la vida y motivo de esperanza. La celebración de estos misterios nos invita a la conversión personal y comunitaria, a la oración, al compromiso para hacer realidad en nuestra patria el anhelo de fraternidad, reconciliación y paz.
Que la Virgen María, Madre del Redentor, interceda por nosotros y nos bendiga.
LOS ARZOBISPOS Y OBISPOS DE VENEZUELA

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Los medios de comunicación, igualmente, constituyen parte vital en la conformación de nuestro capital social. Su rol de investigar e informar la verdad de los que acontece en los hechos, de comunicar todo lo que sucede en cada rincón del país y del planeta, permite al ciudadano formarse criterios propios y definidos para que no se dejen engatusar con cantos de sirena, que preludian revoluciones bonitas y no aguantan ni un poquito para depredar el erario nacional valientes han sido nuestros medios de comunicación y periodistas en el desarrollo de los acontecimientos durante esta compleja crisis nacional.
La tecnología con las cuales cuentan los medios especialmente desde la última década del siglo XX, era impensable para la Venezuela antes o después de 1958. Por lo demás hay suficiente memoria escrita para demostrar que los medios, jamás estuvieron en líneas de apoyo con los partidos políticos. Los periodistas, editores y denos de medios, no se caracterizaron por rendir culto a la personalidad de los liderazgos políticos, gremiales y incluso empresariales, los logros, gubernamentales eran rápidamente pasados como noticias de sucesos, no se hacia apología a la obra de gobierno, mas allá de lo permitido por el control censor e la República. No se estilaba que los gobiernos democráticos de los 40 anos, osaran abusar de Encadenar los medios para lanzar sus peroratas contra ellos o contra la oposición. Los abusos del gobierno con los medios fueron hartamente cuestionados ante la opinión pública.
En tal sentido, al igual que el padre, el maestro y la iglesia, los integrantes de los medios deben incorporarse a la producción de programas orientados a inculcar en el ciudadano principios y valores de identidad nacional, honradez, amor al trabajo, respeto, responsabilidad y probidad. Tal es el caso de programas de educación ciudadana, cultura, historia y otros en donde el ciudadano se puede informar de conocimientos necesarios que le motiven a la participación en la nueva conducta ciudadana.
La ciencia, la tecnología, los medios, la telemática y la electrónica son, por excelencia, los recursos con lo que no contábamos en la Venezuela de mediados y postrimerías del Siglo XX. Es por lo que se convierte en la opción que debemos asumir en el país que quiere construir una nación moderna y progresiva.
GESTION TRANSPARENCIA
En pro de la Venezuela que necesitamos, queremos y merecemos, es transcendente interpretar lo indispensable que es para nuestro país la valiente disposición que debe tener el ciudadano venezolano para participar y comprometerse activamente a desechar los históricos vicios que han acelerado el debilitamiento de nuestro sistema democrático y gobernabilidad, generando inestabilidad, desconfianza, inseguridad, desigualdad y injusticia social.
Considerando factores, elementos y aspectos involucrados en un plan estratégico; además, de la definición de criterios de funcionalidad operativa, interfuncionalidad o interdependencia de inmediata aplicación, debemos deducir que esta gestión de hecho está subordinada a la indispensable conformación de un sistema judicial profesional y verdaderamente autónomo, que conjuntamente a los otros poderes, se integre de inmediato a la nueva conciencia nacional para como en todo plan estratégico, en el más corto plazo pueda ponderar la calidad de sus resultados, ajustar sus meas y rediseñar sus recursos.
En tal sentido, el grave problema de la corrupción gubernamental preexistente requiere de un estado de derecho, caracterizado por la imparcialidad y autonomía, con fortaleza moral y profesional que le permita lograr resultados inmediatos, progresivos y sostenibles en el tiempo, se necesita igualmente independencia de los demás poderes públicos, mecanismos de redición-control de cuentas, cambiar la cultura institucional en relación con la defensa de lo público.
Es paradójica la realidad actual de nuestro país, ahora, mientras sabemos que la corrupción, como antes nunca, se ha institucionalizado, se aprueban al mismo tiempo leyes que otorgan mayor protección al funcionario público ante la crítica del ciudadano; tal es el caso de las “leyes de desacato” que fueron ampliadas en la última reforma del Código Penal Venezolano *2005). Ello lamentablemente se hizo, aun cuando se tiene absoluto conocimiento de que la corrupción solo se combate si se permite al ciudadano libre acceso al derecho constitucional de la información y de la denuncia.
Las leyes de desacato disuaden las críticas –por el temor- de las personas a las acciones penales y/o administrativas consecuentes.
Es así como, la gestión transparencia se fundamente, en la necesidad de que el ciudadano –quien ejerce la soberanía- percibida de inmediato, la intención en acción del nuevo liderazgo nacional en pro justicia y trasparencia para la administración y manejo de los recursos de la Nación. Ello en virtud al cáncer que nos ha carcomido históricamente como es la demagogia, la corrupción y el clientelismo que ha generado una irresponsable e inmoral minoría materialista que hoy al igual que ayer se ha enriquecido ilícitamente desangrando el patrimonio nacional, mientras que una mayoría permanece en un estado de miseria, pobreza y marginalidad.
En tal sentido, se deben instaurar gestiones que, con carácter de inmediatez, demuestren en la práctica y no en el discurso al ciudadano venezolano la voluntad de sentar precedentes en materia de corrupción y burocracia ineficiente.
Tales gestiones se fundamentan en:
·       Tribunales de Responsabilidad Civil y Administrativa, el cual dentro del respeto y observancia al estado de derecho, contará con recursos humanos, materiales, logísticos y financieros especiales que le permitan determinar y calificar las conductas de aquellos funcionarios públicos que se han enriquecido ilícitamente.
Dicho tribunal contará con un equipo multidisciplinario y participación de miembros de las fuerzas vivas de la Nación: la Iglesia, los partidos, la empresa, los trabajadores, FAN, SUDEBAN, SENIAT, organismos de seguridad, y los poderes públicos.
Además contara con expertos asesores jurídicos y relacionistas públicos, a los fines de coordinar con Embajadas para obtener información precisa de la comunidad internacional en torno a los movimientos financieros en el exterior.
Esta organización tendrá una unidad de investigación de fiscalización y análisis económico y financiero capaz de investigar con evidencias y pruebas las cantidades de dinero que una minoría corrupta e indolente ha hecho suya sin importar la miseria, pobreza y marginalidad de la mayoría.
Se debe tener claro que en estos momentos de incertidumbre y poca credibilidad hay necesidad de sentar precedentes con carácter de inmediatez para influenciar el resto de la población y especialmente a quienes administran los recursos del Estado a respetar los dineros del ciudadano. El Venezolano quiere respuestas concretas – nadie quiere más retorica, teorías y escusas de la dificultades para combatir la corrupción -; se pide a gritos nombres y apellidos, circunstancias, sentencias condenatorias en fin voluntad política para el combate contra la corrupción. En función de ello considerarán entre otras las siguientes medidas:
o   Aplicación obligatoria de la Ley de Licitaciones y erradicación de la selección a dedo. Hacer público todo el proceso de licitaciones.
o   Establecimiento de mecanismos visibles e independientes de quejas y reclamos. Buzón de denuncias y la utilización sistemática del “usuario simulado”, o sea un ciudadano capaz de detectar y reporta irregularidades en adquisiciones, tramites, servicios y licitaciones.
o   Designación de contralores y auditores independientes en la administración pública, estrictamente evaluados y seleccionados en aspectos tales como profesionalismo, moralidad e independencia política.
o   Hacer practica real y permanente la contraloría social, con la participación de todos los ciudadanos de todas las instituciones y entidades políticas
o   Simplificar y autorizar los procedimientos administrativos para reducir la discrecionalidad e incrementar la transparencia y la información
o   Informar confidencialmente a los organismos contralores y al Ministerio Puúlico, sobre los funcionarios destituidos de la administración pública y los motivos,
o   Los jueces y fiscales, expertos en auditoría financiera, grafotecnia y otras especialidades, serán designados por sus conocimientos para investigar la corrupción y no tendrán filiación política.
o   Se estudiarán a fondo los “modus operando” para prevenirlos.
·       Una burocracia de calidad: en contrapartida a una burocracia ineficiente y desmedida que existe en la actualidad y que ha traído como consecuencia un mayor gasto público, corrupción y clientelismo, para ellos, se adoptará como premisas fundamentales:
§  El respeto a la meritocracia: considerando a los mejores y más capacitados antes que amigos o del partido. Solo así se construirán Instituciones efectivas; cuando se coloquen a los mejores en cada área, estos tendrán legitimidad y podrán influenciar al resto de manera positiva.
§  Remuneración adecuada, colocando a los mejores y necesarios, existirá una burocracia de tamaño adecuado y eficiente, la cual deberá y merecerá ser bien remunerada, pues para el ciudadano, el funcionario público más que un político deberá ser un hombre de honor y respeto.
§  Concepto de servicio, consistente de que todo funcionario público tiene como fin principal servir al ciudadano, esto es un deber constitucional e intrínseco de aquel que ha tomado el servicio público.
·       Una ley anticorrupción: eficiente y que otorgue fluidez al trabajo del tribunal especial, con el fin de iniciar una gestión sentando precedentes que permitan al ciudadano venezolano percibir de una verdadera voluntad de hacer justicia e indicar al resto de los funcionarios públicos que la administración debe ser transparente y que el ejemplo será la base para conducir el destino de la Patria. Asimismo, se prestará mucha importancia a la declaración jurada de bienes del funcionario público al inicio y al fin de su gestión.
·       Contraloría Ciudadana y consejos locales de planificación pública: con el fin de practicar en realidad los conceptos de inclusión y participación se deben promover de manera inmediata y agresiva sistemas de contraloría pública y gratuita que permita a todos los ciudadanos, desde los entes de administración mas pequeños como parroquia y municipio o cualquier oficina del Estado hasta los entes de mayor nivel como Ministerio de Finanzas o PDVSA conocer de toda la información respecto a cada bolívar que ingrese y se administre.
Esta acción contralora a la cual tiene constitucionalmente derecho el ciudadano (articulo 70 CRBV), se fundamenta en la necesidad de que el venezolano intervenga en la vigilancia, seguimiento y control de la gestión pública en búsqueda de un mayor transparencia, eficiencia, eficacia, equidad, seriedad y calidad, con el fin de disminuir y prevenir actos de corrupción. En fin consiste en un acto de control de la comunidad hacia lo público; es decir, lo que nos pertenece, lo que es de todos y nos involucra a todos.
Esto se deberá hacer a través de una página Web en la cual deberá existir información actualizada y precisa de fechas, montos, destinos y demás detalles en relación con el uso de los dineros públicos que si bien administran el gobernador, el alcalde, el oficial de las FAN, o cualquier funcionario público, pertenece al ciudadano venezolano quien tiene derecho a practicar y conocer su destino.
Todo ello con la finalidad de obligar al funcionario público a realizar una administración transparente y eficiente, y así ir retomando progresivamente la confianza del ciudadano en sus funcionarios públicos. Esto, enmarcado dentro de una nueva forma de hacer política en donde la ética, la moral y el respeto ciudadano sea la norma que conduzca al funcionario.
Asimismo, mediante los Consejos Locales de Planificación Ciudadana se debe generar un compromiso responsable entre el alcalde o gobernador y el ciudadano a los fines de que estos últimos sean escuchados en cuanto a sus necesidades prioritarias al momento de usar los recursos financieros a favor de la comunidad.

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